QUE TE PARECE A TI...A ESTE RITMO...CUANTO TIEMPO MAS VIVIRÁ NUESTRO PLANETA???

viernes, 8 de febrero de 2008

¿EN QUE QUEDAMOS???







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LA VERDAD (y sin ánimo de que el presente comentario afecte a la Religíon Católica), me pregunto...¿en qué quedamos? Juan Pablo II dijo que el infierno no existe...y ahora el nuevo Papa lo contrario...a quien le creemos??? SI UDS. son los representantes de DIOS en la Tierra, lo mínimo que les pido es: PONGANSE DE ACUERDO...NO PUEDE LA IGLESIA A LA QUE UDS. REPRESENTAN DECIR QUE SI - QUE NO - QUE SI - QUE NO...!!!NO LES PARECE??? OJO, es una crítica constructiva para que sus fieles no pierdan credibilidad!!! Sencillamente, para mí es un PAPELON...Acá les dejo unos links sobre el tema para que lean!!!
Fuente: Diario Clarín - Argentina y Diario El Mundo - España - Otros

LO QUE DICE EL PAPA BENEDICTO!!!
http://www.clarin.com/diario/2008/02/08/um/m-01603275.htm

http://www.clarin.com/diario/2007/12/01/elmundo/i-04001.htm

http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-83611-2007-04-18.html

http://archivo.elnuevodiario.com.ni/1999/agosto/02-agosto-1999/nacional/nacional3.html

LO QUE DIJO JUAN PABLO II...!!!!
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/audiences/1999/documents/hf_jp-ii_aud_28071999_sp.html

¿QUE PENSAIS DE ESTO?...!!! AVISEN SI CAMBIAN NUEVAMENTE DE OPINIÓN!!!

Otros Comentarios Extraidos de la Web

fuente de este artículo:http://archivo.elnuevodiario.com.ni/1999/agosto/02-agosto-1999/nacional/nacional3.html
Son "señales de fin de siglo", dicen
Papa conmociona a los evangélicos*** Negar el cielo es negar la vida eterna, aseguran.*** Lo llaman apóstata que se acomoda a momentos actuales.
—ROBERTO COLLADO NARVAEZ—Managua
Como "revelaciones de fin de siglo" consideran pastores de distintas iglesias evangélicas, las declaraciones que hizo el Papa Juan Pablo II, quien negó la semana pasada la existencia del cielo y el infierno, "verdades" que durante casi 2 mil años se mantuvieron en la doctrina de la Iglesia Católica.
"Estas declaraciones son realidades de fin de siglo, el Vaticano sabe que ya es tiempo de un cambio, estos son tiempos modernos y hay que tomar en cuenta las transformaciones psicosociales y culturales de la gente", dijo Guillermo Ayala, pastor de la iglesia Casa de Oración Pentecostal y presidente del Consejo Nacional de Pastores de Managua (CNPM).
Ayala asumió que con estas aseveraciones del sumo pontífice, sólo se reafirman los errores de la doctrina que el Vaticano ha pregonado por casi dos milenios.
El pastor explicó que la Iglesia Católica confundió la terminología de la palabra infierno. "Infierno bíblicamente significa sepulcro, lugar de descanso y no lugar de tormento como se nos enseñó, el lugar de tormento es explicado claramente en la Biblia en el libro Apocalipsis", dijo.
Ernesto Urroz, maestro dominical de la Iglesia Pentecostés, Biblia en mano dijo que el Apocalipsis habla de un lago de fuego como lugar de condenación. "En el capítulo 21 versículo 15, se lee: "Y el que no fue encontrado en el libro de la vida fue lanzado al lago de azufre, donde sería atormentado durante toda la eternidad".
Urroz dijo que no trataba de atacar a la eminencia católica, pero considera que debería reconocer una vez más los desaciertos de su doctrina. APOSTASIA ESPERADA
Los líderes coincidieron en que las declaraciones del Santo Papa son señales que no les sorprenden. "Nuestras iglesias tienen sus principios en fundamentos bíblicos, negar el cielo sería negar la vida eterna. Timoteo capítulo 4, versículo 1, señala que vendrán falsos profetas a engañar a cristianos", dijo Rodolfo Duarte, pastor de la Iglesia Pentecostal "Huerto de Dios".
"La Iglesia Católica ahora recurre a esto porque ve el crecimiento de la iglesia evangélica y sus intenciones son promulgar el libertinaje, el desenfreno de la conducta del hombre, dándole más espacio para que siga pecando", comentó Duarte. CIELO E INFIERNO: ¿ESTADOS Y NO SITIOS?
El Papa declaró que tanto el infierno como el cielo son estados del hombre y no sitios ubicados en algún lugar. Para los pastores, esto nace de una doctrina teológica atea. "Esa consideración de hecho es errada, eso quiere decir que el hombre vive el infierno con los sufrimientos aquí en la tierra y los que viven felices se ganaron el cielo", dijo Julio César Portobanco, pastor de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, de la ciudad de Rivas.
"Los males de la sociedad sólo caen en los más pobres y esto no quiere decir que sean malos. Según esta posición, los ricos que son los que explotan a los pobres, viven en el cielo", refutó Portobanco.
El evangelista comentó que en el libro de Job, aparece la historia de Lázaro y el hombre rico, donde se evidencia un lugar de estancia placentera: el cielo. Y un lugar de tormento: el infierno. "Jesús le dijo a Nicodemo: Nadie subió al cielo sino el que descendió del cielo, el hijo del hombre que está en el cielo. Aquí, se habla de un cielo", explicó Portobanco convencido.
Para Elder Reyes Cruz, pastor de la Segunda Iglesia Apostólica, con sede en Granada, las aseveraciones del Papa contradicen las enseñanzas de la Biblia y tendrán un efecto en la humanidad. "Decir esto es arrebatar las esperanzas de una vida eterna en la tierra nueva. Sin embargo, no pararemos de predicar aquello que se nos ha prometido con verdad", culminó diciendo el evangelista.

fuente de este artículo: http://profesordeeso.blogspot.com/2007_04_01_archive.html
El papa Benedicto XVI resucita el infierno
El papa Benedicto XVI resucita el infierno Contra lo dicho por Juan Pablo II en 1999, Ratzinger sostiene que "el infierno, del que se habla poco en este tiempo, existe y es eterno"JUAN G. BEDOYA - Madrid EL PAÍS - Sociedad - 23-04-2007La llamada de Benedicto XVI a la lucha ideológica contra el pluralismo moral y la modernidad incluye reponer el infierno, con mayúsculas. "El infierno, del que se habla poco en este tiempo, existe y es eterno", ha dicho el Pontífice romano. "Nuestro verdadero enemigo es unirse al pecado que puede llevarnos a la quiebra de nuestra existencia". Antes había dibujado la figura de un Dios "de justicia", y por tanto, castigador. En su llamada a la intolerancia con el relativismo y la laicidad, Benedicto XVI ha decidido reponer las armas del catolicismo clásico. El Papa cree que la vida cristiana occidental es "una viña devastada por jabalíes". Para hacer frente a la crisis la fuerza de la Iglesia no está en el diálogo ni en la tolerancia, sino en la vuelta a los orígenes. El Papa exige activismo, no sólo a sus prelados (unos 5.000 en todo el mundo, entre obispos, arzobispos y cardenales); también a los fieles creyentes y, más que a nadie, a los políticos que se llaman católicos.Las tesis sobre cómo recuperar el protagonismo perdido la expuso Benedicto XVI el pasado 13 de marzo, en una Exhortación pastoral perfilada durante año y medio. Fue el primer sínodo del pontificado Ratzinger. En presencia de cardenales, arzobispos y obispos de todo el mundo, el Papa, presidente durante décadas de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la antigua inquisición romana, retó a los reunidos a llegar al meollo de la crisis del cristianismo para que Dios, un "proscrito en Europa", según Benedicto XVI, vuelva a figurar en la agenda de una sociedad de bautizados que ya no hace caso a la religión.La proclamación de que "el infierno existe y es eterno" es la continuación de esa estrategia papal. Lo curioso es que su antecesor, el polaco Juan Pablo II, muerto hace dos años, corrigió a fondo y en la dirección contraria el concepto tradicional del catolicismo sobre el infierno. Lo hizo en el verano de 1999, en cuatro audiencias consecutivas, cada una dedicada a desmontar la credulidad popular sobre el cielo, el purgatorio, el infierno e, incluso, el diablo. "El cielo", dijo entonces el pontífice polaco, no es "un lugar físico entre las nubes". El infierno tampoco es "un lugar", sino "la situación de quien se aparta de Dios". El Purgatorio es un estado provisional de "purificación" que nada tiene que ver con ubicaciones terrenales. Y Satanás "está vencido: Jesús nos ha liberado de su temor".La homilía sobre el infierno la pronunció el papa Juan Pablo II en la audiencia del miércoles 28 de julio de 1999. Dijo: "Las imágenes de la Biblia deben ser rectamente interpretadas. Más que un lugar, el infierno es una situación de quien se aparta del modo libre y definitivo de Dios".¿Por qué el papa polaco revisó entonces la doctrina oficial sobre el Más Allá? La primera respuesta tenía que ver con "el acoso de la ciencia", en palabras de los teólogos. Roma no quería repetir la amarga historia de Galileo.La segunda razón tenía que ver con las estadísticas: el 60% de los romanos católicos cree en Cristo, pero no en el infierno ni en el paraíso. Por último, aquel papa cumplía una obligación conciliar, retrasada mucho más de lo prudente. La Iglesia vive en su tiempo, y ha de poner al día la interpretación que en el pasado se hizo de los textos sagrados. Se trata del aggiornamento, la palabra preferida de los papas Juan XXIII y Pablo VI, impulsores del revolucionario Vaticano II, celebrado entre 1962 y 1965.La decisión de Benedicto XVI de volver a poner sobre la mesa, sin matices, la idea del infierno eterno choca con ese pasado reciente. No es su primera vuelta al pasado.También ha autorizado las misas en latín con el oficiante de espaldas a los feligreses, por citar un sólo ejemplo. Lo curioso es que hace menos de un año, el 6 de octubre de 2006, este papa mantenía el timón de Juan Pablo II haciendo público el documento de los expertos sobre la inexistencia del limbo, otra de las piezas señeras del Más Allá católico.Según los catecismos clásicos, el limbo de los niños era el lugar al que iban a parar quienes morían sin uso de razón y sin haber sido bautizados. Un lugar sin tormento ni gloria. El castigo consistía en vivir en una tercera clase de cavidad distinta del cielo y el infierno, en el que las almas cándidas, además de estar privadas de gloria, sufrirían la condenación de la ausencia de quienes habían tenido la fortuna de salvarse: padres, hermanos y demás familia. La doctrina tridentina incentivaba con tales argumentos el bautismo rápido de los recién nacidos.La doctrina que coloca en el limbo a los niños muertos sin haber cometido pecado, pero con la culpa del pecado original no lavada por el bautismo, es de origen medieval y poco relevante entre los teólogos modernos a no ser porque se hermana con la idea, también arrumbada por el Vaticano II, de que fuera de la Iglesia romana no había salvación.La decisión de cerrar el limbo la impulsó el papa polaco encargando el asunto a una Comisión Teológica Internacional liderada por el hoy papa Ratzinger. La encomienda tenía su relevancia porque no era sólo liquidar la idea de cielo o infierno como lugares concretos en el firmamento, sino un repaso en toda regla a las tesis clásicas sobre el pecado original. En esta revisión cartográfica, la semana pasada Ratzinger solucionó uno de los vacíos creados por su antecesor. Tras la eliminación del limbo, a los padres creyentes les preocupaba la situación de los niños muertos no bautizados. La vuelta al paraíso es la solución apuntada.Desde san Agustín al Vaticano II la Iglesia de Roma había sostenido la visión clásica del hombre en pecado desde que Eva y la serpiente liaron a Adán para comerse juntos una manzana. La escatología cristiana posterior al Vaticano II sostiene que fue introducido por san Agustín, al extender a todos los hombres la culpa por aquel pecado original -sucedido en un paraíso que la ciencia tampoco pudo encontrar-, lo que hizo fue una mala traducción de una de las epístolas de san Pablo.

1 comentario:

eliana dijo...

soy eliana, de un cafe con el bambino, pase a visitarte, muy interesante tu blog, andare seguido, espero no te pierdas...besitos.